110 Aniversario del Tranvía de Lisboa. La circulación de los
primeros tranvías arranca en Lisboa en 1873, cuando los hermanos Luciano y
Francisco Cordeiro de Sousa obtienen los derechos de implantación de un sistema
de transporte de tipo americano, denominado "Viação CarrilVicinal e Urbana
a Força Animal", un tranvía rudimentario empujado por caballos. El 17 de
Noviembre, del mismo año, entraría en servicio la primera línea de los
"Americanos" entre la Estación de Sta Apolónia (línea ferroviaria del
Norte y este) y Boa Vista en Santos.
Este medio de
transporte adquirió rápidamente un gran éxito, y hubo la necesidad de mejorar
el servicio, mejorando la rentabilidad y eficacia de los vehículos de tracción
animal. En 1877 se iniciarían los estudios informativos para implantar sistemas
más eficaces como eran las locomotoras de vapor que empezaban a surgir. El
banco de pruebas de los primeros tranvías a vapor se realizó entre Cais de
Sodré y Algés. Sin embargo, la mayor revolución llegó en 1900 con la primera
implantación de los motores eléctricos que cambiarían definitivamente los
tranvías con la llegada de vehículos eléctricos, así como la fisonomía de las
calles que estarían llenas de cables aéreos. En 1901 se iniciaría la
circulación de los primeros eléctricos, de nuevo entre Cais de Sodré y Algés,
levantando gran expectación por la elegancia de los nuevos tranvías, la
comodidad y la rapidez de la circulación.
Durante la primera
mitad del siglo XX continuaría la expansión de los tranvías eléctricos por toda
Lisboa, cuyos vehículos eran adquiridos en los Estados Unidos. El comienzo de
la decadencia del tranvía comenzó con la implantación masiva, a partir de la segunda
mitad del siglo XX de los autobuses, que acabarían substituyendo a la mayoría
de líneas de tranvías, en zonas como Rossio, Benfica, Carnide o Lumiar. La
política de la compañía Carris era clara: substitución a corto plazo de los
eléctricos por autobuses, la implantación del nuevo transporte subterráneo
(metro), y la mayor demanda en transporte público que lastraban al ineficiente
tranvía.
En la década de los 90 llegaría la renovación de parte
de la flota de tranvías en las líneas que quedaban en circulación, con la
adquisición de 10 tranvías articulados que aumentaban considerablemente la
capacidad de este medio de transporte, así como ofrecían mayor comodidad y
modernos equipamientos electromecánicos