28 de Junio 2012
Centenario del nacimiento de Sergiu Celibidache.
Sergiu
Celibidache nació el 28 de junio de 1912
en Roman, Rumanía. Director de orquesta y musicólogo rumano
nacionalizado alemán. Uno de los grandes de la batuta del siglo XX. Fue el
único que apenas pisó un estudio de grabación. Su posición en esta cuestión, como
en muchas otras, era tajante: la música es algo que hay que escuchar en vivo y
cualquier registro de ella es siempre una falsificación. Su mal carácter era
mítico, así como su exigencia de múltiples ensayos, lo que provocó que pocas
orquestas estuvieran dispuestas a concederle su titularidad, si bien desde 1979
hasta su muerte estuvo relacionado con la Filarmónica de Munich. Aunque su
repertorio era muy extenso, su famosa lentitud de tempo y su innato
mantenimiento de la tensión sonora hacían que obtuviera sus mejores resultados
con compositores como Bruckner.
Al
tiempo que proseguía su formación musical, centró sus investigaciones en la
mecánica de las ondas sonoras. En la Universidad se interesó por los problemas
concernientes a la musicología (bajo el tutelaje de Arnold Schering y Georg
Schunemann), así como por los principios filosóficos (sus tutores fueron
Nicolai Hartmann y Eduard Spranger). Fue en ese período cuando se sintió
atraído por el budismo zen. En Berlín consiguió doctorarse con una tesis sobre
Josquin des Prés.
A
partir de 1939 y hasta 1945 estudió en el Colegio de Música de Berlín con
profesores de la talla de Fritz Stein, Kurt Thomas y Walter Gmeindl. Tras
completar sus estudios, colaboró con la Orquesta Filarmónica de Berlín; el director
anterior, Wilhem Furtwangler, fue suspendido por colaboracionismo y no recibió
permiso para llevar a cabo funciones públicas. Durante tres años dirigió la
mayoría de los conciertos de la famosa orquesta y probó su excepcional
personalidad.
Tras
el retorno de Furtwangler como director principal, Celibidache trabajó
principalmente, por un largo período de tiempo, como director invitado, sin
pertenecer a ninguna orquesta en particular, ya que sus demandas eran muy
difíciles de satisfacer; no era partidario de hacer concesiones a los músicos o
la audiencia. Continuó trabajando principalmente con las orquestas berlinesas
(la Filarmónica y la RIAS Berlín Radio Orquesta).
Tras
el nombramiento de Von Karajan como director principal de la Orquesta Filarmónica
de Berlín en 1954, Celibidache, por discrepancias por la elección, se negó a
dirigirla, decisión que mantuvo a lo largo de treinta y siete años. A partir de
ese momento estuvo dirigiendo a diferentes orquestas italianas (Orquesta y
Coros de la RAI y la Orquesta de la Scala de Milán). En 1952 dirigió la primera
audición de la Orquesta Nacional de España.
Celibidache
también compuso diversas obras, pero rehusó interpretar sus composiciones.
Contrario a los discos de vinilo, puesto que sentía que ofrecían una versión de
menor calidad, en los últimos años de su vida grabó algunos vídeos y CDs: la
Sexta, Séptima y Octava sinfonías de Anton Bruckner, además de la Sinfonía
Clásica de Sergei Prokofiev, y dos conciertos de piano de Johannes Brahms con
el piano solista de Daniel Barenboim.