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Situada en la isla de la Libertad al sur de la isla de Manhattan, junto a la desembocadura del río Hudson y cerca de la isla Ellis, se encuentra la Estatua de la Libertad, uno de los monumentos más famosos de Nueva York, de Estados Unidos y del mundo. 
La estatua fue un regalo de los franceses a los estadounidenses en el año 1886 para conmemorar el centenario de su Declaración de Independencia. Es obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi y su estructura interna fue diseñada por Gustave Eiffel. Eduardo Laboulaye, jurista y político francés, tuvo la idea de que Francia ofreciera un regalo a Estados Unidos como un obsequio para conmemorar el centenario de la independencia estadounidense, como recuerdo de la larga amistad entre ambos países y para garantizar la alianza franco-estadounidense.
El embajador de los Estados Unidos en Francia, Levi P. Morton, colocó el primer remache de la construcción de la estatua en París el 24 de octubre de 1881. Por mutuo acuerdo entre Francia y Estados Unidos, este último llevaría a cabo la construcción de la base del monumento, mientras que Francia se encargaría de la construcción de la estatua y de su posterior ensamblaje una vez que las piezas se transportaran a suelo estadounidense.
El desmontaje de la estatua en suelo francés comenzó en enero de 1885, la estatua fue enviada a Ruan en tren, continuó por el rio Sena en barco, antes de llegar al puerto de El Havre. El monumento llegó a Nueva York el 17 de junio de 1886, a bordo de la fragata francesa Isère. Para hacer posible la travesía por el Atlántico, la estatua fue desmantelada en 350 piezas, divididas en 214 cajas, el brazo derecho y su llama estaban ya en Estados Unidos, donde habían sido expuestos en la Exposición del Centenario de Filadelfia y luego en Nueva York. 36 cajas fueron reservadas para las tuercas, remaches y pernos necesarios para la ensambladura. Una vez llegada a su destino, la estatua fue ensamblada en cuatro meses, sobre su nuevo pedestal. Las diferentes piezas fueron unidas por remaches de cobre y el vestido permitió resolver los problemas de dilatación.
El 28 de octubre de 1886, la Estatua de la Libertad fue inaugurada en presencia del presidente estadounidense, Grover Cleveland, antiguo gobernador del estado de Nueva York, delante de 600 invitados y millares de espectadores. Frédéric Desmons, por entonces vicepresidente del Senado, representó a Francia durante la inauguración. Ferdinand de Lesseps y numerosos francmasones estaban también presentes. El monumento representaba así un regalo que celebraba el centenario de la independencia estadounidense, aunque entregado con diez años de retraso. El éxito del monumento creció rápidamente: en las dos semanas que siguieron a la inauguración, cerca de 20.000 personas se habían presentado para admirarlo. La frecuentación del sitio pasó de 88.000 visitantes al año, a un millón en 1964 y a tres millones en 1987. Actualmente recibe en torno a 3,5 millones de personas al año.
La estatua representa a una mujer en posición vertical, vestida con una especie de estola amplia y en su cabeza tiene una corona con siete picos, que simbolizan los siete continentes y los siete mares. La corona cuenta con 25 ventanas que representan gemas encontradas sobre la tierra y los rayos del cielo que brillan sobre el mundo. La diadema recuerda a la que portaba Helios, personificación del Sol en la mitología griega. La estatua sujeta en su mano derecha una antorcha encendida, mantenida en alto. En su mano izquierda sostiene una tablilla, que sujeta cerca de su cuerpo. La tablilla evoca la ley o el derecho, y tiene grabada la fecha de la firma de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, escrita en números romanos: JULY IV MDCCLXXVI.
Su altura desde la antorcha a la base es de 46,05 metros y la altura completa desde el suelo hasta la antorcha es de 92,99 metros, como curiosidad decir que: la longitud de su mano es de 5 metros y su dedo índice mide 2,44 metros, las medidas de su cabeza son 5,26 metros de alto por 3,05 de ancho, 76 cm son las medidas de sus ojos y su nariz mide 1,37 m., la longitud de su brazo derecho es de 12,80 m. con una anchura de 3,66 m., su boca mide 91 cm. El cobre utilizado para su realización pesa 31 t y el grosor de sus planchas es de 2,38 cm. Se utilizaron 125 t. para construir su armazón de acero y sus cimientos de hormigón pesan 25.500 toneladas
Su madre, notable pianista, fue quien infundió en Edvard el amor por la música, quien le diera sus primeras lecciones. El joven artista empezó a mostrar sus brillantes cualidades a temprana edad. En 1858 y gracias a la recomendación de violinista Ole Bull ingresó en el conservatorio de Leipzig, donde aprendió contrapunto, composición y piano con Richter, Reinecke y Moscheles. En 1861, hizo su debut como concertista de piano en Suecia. Al año siguiente, finalizó sus estudios en Leipzig y realizó su primer concierto en su ciudad natal. En 1863 viaja a Copenhague donde prosigue sus estudios con el compositor Niels Gade, allí también fue donde conoció a Hans Christian Andersen y Rikard Nordraak artistas que marcarían el estilo de su composición.
Grieg fue un prolífico compositor, escribió un vasto repertorio de piezas para piano su instrumento de composición. Sus primeras obras se hermanan con la cultura alemana, en el estilo de Schumann, e incluso están basadas en poemas de Heine y Chamisso. Más adelante, el estilo noruego se apoderó también de sus composiciones, y encontramos obras inspiradas en poemas de Ibsen y Andersen. Grieg será recordado por dos de sus obras más significativas el Concierto en la menor Op. 16 para piano y orquesta, y las dos suites de la música para el drama Peer Gynt de Henryk Ibsen, a la que los chicos de Google dedican su logo de hoy, escrita por encargo del propio autor. Su obra está inspirada en la cultura nórdica y en especial de los paisajes, danzas y personajes populares de su Noruega natal. La Balada en Sol menor Op. 24 es sin duda su obra pianística por excelencia. Entre 1867 y 1901 compuso sesenta y seis piezas Líricas, entre ellas, algunas de las más conocidas son “Mariposa” (Op. 43 n.º 1), “Marcha de los gnomos” (Op. 54 n.º 5), “Nocturno” (Op. 54 n.º 3) y “Día de Boda en Trollhaugen” (Op. 65 n.º 6). 
